Hacía mucho tiempo que no configuraba un ordenador nuevo, demasiado tiempo quizás. Como hacen los grandes maqueros, he arrancado de cero en mi último portátil y he descubierto que algo ha cambiado.
Venía de un Macbook Air de 2010 y entro en un Macbook de 2015. El cambio es sustancial, tanto a nivel estético exterior como interior. La potencia, sin ser desproporcionada, es uno de los elementos que más se notan cuando haces un cambio de este estilo. El tamaño del equipo es el otro. Un equipo que tiene una pantalla de 12″ y que ocupa un 20% menos que el modelo al que viene a sustituir, que tenía una pantalla de 11,6″. Y lo mismo sucede con el peso, con la duración de la batería o con la calidad de la pantalla Retina que tiene este desde el que escribo. Pero el cambio más drástico no está en la belleza del equipo en su hardware actualizado.
El gran cambio al que me refiero es el de cómo he ido seleccionando lo que “tengo” que instalar en el nuevo Macbook. La ¿triste? realidad es que he ido pensando en las “apps” que quería tener disponibles en el nuevo Mac, como lo lees, las apps.
Si hace unos años todos queríamos encontrar las apps para nuestro dispositivo móvil, la tableta o el smartphone de turno, que nos permitiesen hacer las mismas cosas que hacíamos en nuestros ordenadores, portátiles o de sobremesa, ahora resulta que estoy haciendo lo mismo, pero al revés. Quiero encontrar las mismas apps con las que hago “cosas” en mi smartphone o en mi tableta para incorporarlas a mi ordenador portátil.
He corrido a la tienda de apps de Apple para buscar mis herramientas habituales en movilidad:
Feedly, con las que acceder a mis suscripciones a blogs
Pocket para poder revisar mis artículos favoritos y mis sitios web con recogida de documentación utilizada para escribir artículos en Mactoday o en el RED de La Voz
Workflowy para consultar mis notas y outlines
Mindnode donde tengo “mi vida” en forma de mapas mentales
Slack , la herramienta de comunicación y colaboración con la que trabajamos en equipo en la revista Mactoday
Y así podría seguir con otras tantas, no muchas más, que utilizo con mucha frecuencia al cabo del día. Son apps que tengo en mi smartphone y en mi tableta y que al fin se ha adueñado de los flujos de trabajo que mantengo. Por esto, al ir a configurar el portátil no he buscado ninguna otra cosa que no fuesen las réplicas de las apps móviles. Antes esto no era así. En el ordenador tenía “lo más potente” y en el móvil tanto solo “las herramientas para salir del paso”.
Está claro que esto viene influenciado por mi modo de trabajo en movilidad. Cuando necesito hacer algo como una presentación, no la hago en un dispositivo móvil (todavía no) o si tengo que consultar datos en una hoja de cálculo y aportar alguna información en forma de tablas, tampoco se lo confío a un Mac, me voy a un PC en el que “disfrutar” de Excel de Microsoft. Lo mismo le sucederá a personas que trabajan con fotografía, con vídeo o con cualquier tipo de proyectos que requieren de una potencia importante para mover sus documentos y sus archivos.
No es ninguna sorpresa que ya hacemos muchas tareas desde nuestros dispositivos móviles y cada vez menos desde nuestros portátiles o fijos, sin embargo, la sensación que he tenido de que algo ha cambiado ha sido al ponerme manos a la obra con el portátil. Lo mismo, pero al revés.
¿Has notado esa sensación o similar de que “necesitas” lo del móvil en el ordenador?
31 octubre, 2016 — 6:31 pm
Pues la verdad que yo me fui del ecosistema Apple formado por mi macbook air de 2010 de 13″, mi iPhone 5 y mi iPad Air 2. Lo hice y me fui a un Galaxy S6 como teléfono de trabajo, un moto x play como teléfono personal y el cambio de mi macbook air hacia una Surface Pro 4.
Con mi equipo móvil no echo de menos para nada a mi macbook Air que se ha quedado como equipo reserva en casa. Sigo con mi S6 como teléfono de empresa y el cambio ha venido en la compra de un iPhone 7 a nivel personal que acompaña a mi apple Watch series 2.
EL iPad Air 2 ya paso a mi hija hace un año y medio y deciros que la surface como equipo en movilidad es increíble. Estaba muy hecho a mac OS debido a los 5 años usándolo para trabajo como desarrollador y diseño, pero no me tembló la mano al cambiar y volver a windows.
No te digo que no me llame la atención estos nuevos equipos, pero la verdad que hay una diferencia de precio enorme comparado con mi surface con un core i5 que me salió en El Corte Inglés en 979 teclado incluido. Hablamos de 600 euros de diferencia.
Sé que no voy a tener la misma experiencia sobre todo según vayan pasando los años, ya que este equipo sólo ha necesitado un cambio de batería que he realizado yo mismo y ya va teniendo sus 6 años, pero el precio me echaba muy para atrás.
Ahora mismo he aprendido a no comprar por comprar sino comprar cuando lo necesito, como lo he hecho con el iPhone 7 ya que el 5 ya estaba teniendo fallos en el táctil y ni siquiera un cambio de batería solucionó los problemas de duración.
Estarás muy contento con tu nuevo macbook porque es un gran equipo y ya nos vamos dando cuenta que las cosas van cambiando y que estamos más tiempo en movilidad que delante de un equipo en nuestra oficina.
Ese equipo quizás lo podamos comparar con lo que debería ser un iPad con un sistema operativo completo.
Disfruta de la nueva experiencia.
31 octubre, 2016 — 7:18 pm
David! qué bueno tenerte por aquí. Has sido muy valiente dando el paso y saliendo de la secta 😉 de Apple . Tu cambio es muy buen cambio, tanto el S6 como la Surface son dos equipos impresionantes y por supuesto que es comprensible y sobre todo coherente el comparar las prestaciones y los precios. Quizá se nos ha estabilizado el ansia de cambiar por cambiar y hemos madurado tecnológicamente, de lo otro yo no digo nada, jajajaj.
Yo he abandonado los iPhone por ahora y este último me parece que no está equilibrado en cuanto al precio, por eso he podido aguantar y mantenerme con un S7 Edge que es una de las mejores elecciones que hecho jamás en materia de smartphones.
Ya veo que has vuelto con un 7 un Series 2, es un tándem muy potente desde luego, pero ¿no rompe un poco tu abandono de la manzana? Abandonas el Moto X Play y saltas, mucho, a un iPhone 7, buen cambio habrás notado en varios apartados.
Con el Macbook estoy muy contento, sí. Mi Air se empezaba a quedar corto en algunos aspectos con los 2 GB de RAM y la batería, quieras o no, me daba alrededor de 2h y media despúes de 6 años de intensísimo uso, nada mal para su edad.
Este tiene que durar por lo menos otros 6 años si hay suerte y todo sale como tienen que salir.
Es un gran placer leerte y recordar además el buen trato que nos diste en tu ciudad. Un enorme abrazo y aquí tienes las puertas abiertas de tu casa.